En los últimos años se han popularizado las parrillas a gas, las cuales son muy parecidas a las clásicas parrillas a carbón, pero que resultan bastante más cómodas.
¿Cuáles son sus ventajas?
Son más fáciles de encender. No necesitarás hacer fuego con diarios, encendedores, secadores o líquidos acelerantes, solo deberás pulsar un botón. ¡Así de sencillo!
Puedes controlar el fuego. Los mandos reguladores son los que te ayudarán a controlar las temperaturas ya que indican la de potencia. Incluso hay parrillas a gas con termómetro para saber los grados con precisión.
Cocina una gran variedad de platos. No todo será carne y vegetales grillados. La mayor parte de las parrillas a gas pueden cerrarse y funcionar como verdaderos hornos, donde podrás elaborar pizzas, pollos asados, woks e incluso paellas.
Olvídate de la leña, el carbón y las cenizas. Evitarás las molestas cenizas que quedan como residuo al final de la cocción de las preparaciones.
Se adaptan a cualquier espacio. No importa si vives en casa o departamento, existen una variedad de tamaños y diseños según cada necesidad o estilo.
Más fáciles de limpiar. A diferencia de las parrillas convencionales, las de gas no producen humo en el proceso de encendido. Además, mientras dura la cocción, la grasa cae sobre los difusores y los excesos de la misma se recogen en una cuba. Por otro lado, la mayor parte de parrillas de gas tienen piezas móviles que pueden quitarse fácilmente y lavarse en lavavajillas.
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